Ella estaba sentada en una silla alta, ante un plato de sopa que le llegaba a la altura de los ojos. Tenía la nariz fruncida y los dientes apretados y los brazos cruzados. La madre pidió auxilio:
-Cuéntale un cuento, Onelio –pidió-. Cuéntale, tú que eres escritor.
Y Onelio Jorge Cardoso, esgrimiendo una cucharada de sopa, comenzó su relato:
-Había una vez una pajarita que no quería comer la comidita. La pajarita tenía el piquito cerradito, cerradito, y la mamita le decía: <<Te vas a quedar enanita, pajarita, si no comes la comidita.>> Pero la pajarita no hacía caso a la mamita y no habría su piquito…
Y entonces la niña lo interrumpió:
-Qué pajarita de mierdita –opinó.
Galeano, E. (2007). El libro de los abrazos. Buenos Aires: Catálogos. Pág. 28
1 comentario:
Por alguna razón he pensado en el relato de Saki "El cuentista" al momento de leer esta entrada.
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