lunes, 6 de junio de 2016

El registro audiovisual en el siguiente link: https://www.youtube.com/playlist?list=PLuWY4eXMoGwy_OR1zri_aainveZiISDv8

miércoles, 10 de junio de 2015

MATE CANCERÍGENO

(Post de 5 minutos sobre conocimiento, medicina y mate).
(Aclaración previa: mi postura es contra la opinión de la Organización Mundial de la Salud y 100% a favor del Mate).
Tras haber escuchado hace algunos días que la infusión de yerba mate –el mate- es considerada por la Organización Mundial de la Salud como cancerígeno, “sospechando que sea por la temperatura del agua” - argumento axiológico e irrefutable de la ciencia-, me hace pensar qué concepto tienen de Salud los científicos que determinan qué es y qué no es saludable para toda la humanidad. (Me permito una ironía antes de seguir: si el problema es la temperatura del agua, ¿por qué no denuncian a la sopa o al café –ahora es saludable hasta 5 al día-?).
Ante tal noticia que casi me lleva a dejar el hábito diario del mate amargo, por no encontrar respuesta a tales “contundentes” argumentos, me di en la relectura de unas palabras de Macedonio Fernández, bajo el título de “Soliloquio literario”, escrito en 1945 en algún bar o pensión de Buenos Aires, que ahora comparto e invito a leer:
“El mayor poder del mundo es un viejo ayudado. Si la muerte existe es porque ninguna vez ocurrió que un viejo tuviera la total ayuda que necesitaba.
Escribo estas tesis decisivas con el sentimiento de mi discrepancia, que hubiera querido con todo esfuerzo reconciliar, con la teoría de la cocinera Nicolasa, para quien, después de sesudo pensar y experiencia, el mayor poder del mundo era el del Tizne.
Efectivamente, en la vejez uno va alcanzando una solucioncita, o media solucioncita cada día, llegando a tal previsión, a saber lo que le duele y lo que le daña, lo que le sirve y beneficia, que si tuviera una semana más habría remediado todos los obstáculos a su bienestar y persistencia longevística.
No sabría decir todavía, qué es más asombrosamente infinito, menudo, prolijo, si lo que se puede saber o lo que se puede ignorar. A los setenta años de tomar mate todos los días, no encuentro la solución que mi garganta me pide para el sorbo perfecto de tisana de yerba; no sé si me falta una algo diferente yerba, una colocación más apretada o floja de ella, una bombilla más corta o larga o estrecha, una temperatura más o menos caliente, una dirección dentro de la boca del sorbo salido de la bombilla, un sorbo más grande o más pequeño, o casi quemante, etcétera. Lo único que me falta, es haber nacido sabiendo todo esto, congénitamente. (Me tomo un poco excesiva la confianza con el lector de escoger este ejemplo tan material. Sepa el lector, como debía saberlo después de haber leído tanto libro, que no hay nada que sepan menos los autores que los ejemplos de la teoría que dicen sustentar.)
Que se pueda saber la edad de un árbol nacido hace miles de años, y que se pueda ignorar una cosa tan íntima, cotidiana, inmediata, como cuál es el sorbo del mate que una garganta que se usa hace setenta años hallaría satisfactorio del todo; ¿qué es más asombroso? Pero en materia de conocimiento es una vacuidad hablar de asombros de que algo suceda o se que niegue a suceder. Porque, ¿qué derecho tenemos a haber supuesto en un caso dado que algo era más difícil de acontecer y ser sabido, de acontecer y ser ignorado, que otro algo?
Lo mismo se puede morir de esto que de cáncer. Pero perdería ostentosidad la medicina si tuviera que decir en el certificado de fallecimiento que la persona ha muerto porque proyectaba mal sobre el fondo de la garganta el sorbo del mate amargo que usaba todas las mañanas.”
Si viviese Macedonio vería con asombro como se le solucionó el problema a la medicina, ahora la persona no muere por el sorbo del mate o por cáncer, sino de cáncer producido por el mate.
Si bien el texto es sobre la veracidad del conocimiento en general, y en particular de lo saludable para el individuo, y la reafirmación de su autoridad, en particular de la medicina, hace hincapié en la ignorancia de lo cotidiano y de lo propio, aquello que le da al individuo la “solucioncita” diaria sobre qué es aquello que atenta contra su bienestar o la beneficia. Por lo cual, ¿qué es el acto cotidiano de tomar mate? ¿por qué los científicos alertan de su acción letal colateral? ¿por qué no promueven sus beneficios directos sobre supuestos secundarios?
Doctos científico, ¿qué es el mate? ¿Es tan sólo la simple infusión de yerba mate? En lo personal creo que han llegado a suponer su nocividad objetiva, sin tener en cuenta sus efectos directos. El mate es una expresión cultural que involucra al individuo en su trato con sí mismo y en su relación con otros individuos. Cuando se vuelve un acto consiente impone un tiempo propicio para el diálogo, impone pausa, atención. Cualidades que creo no se dan en otras infusiones. Es la materialización de los elementos que fomentan la proximidad entre individuos, es un compartir. Su efecto cancerígeno es el de propagar la amistad.
Por lo tanto, grandes veladores de la salud mundial y cualquier posible lector, ¿algo es saludable por opinión de algunos científico, algo que promueve una longevidad solitaria o aquello que promueve, aunque sea en tiempo breve de vida, las relaciones interpersonales? ¿Es saludable una vida-muerte solitaria o una vida-muerte acompañada?
Si bien en este caso es por el mate, la cuestión va de fondo a preguntarse si es la ciencia la portadora del conocimiento de aquello qué es saludable o dañino para la humanidad, o si dicho conocimiento se da en la vida misma, en aquellas cosas cotidianas y que cada cual las aprende experimentando y pensando “solucioncitas” o “medias solucioncitas” cada día. ¿Qué es lo saludable? ¿Un fomento a la longevidad de categorizaciones científicas o una brevedad de experiencias sobre lo que es la vida?

domingo, 2 de septiembre de 2012

HOJAS DE OTOÑO


Cuanto aire va rosando tus aristas.
La suavidad de tu piel siente su paso.
Lenta, como una pluma, desciendes.
De las templadas alturas de tu vida,
bajas a las frías lunas de aquél mes.
Tu rostro quedó marcado por los días.
Las arrugas son de sonrisas y lluvias.
Te desprendiste del brazo firme,
y hoy, sólo caes en tu otoño cíclico.
El rocío sobre tus mejillas durmió.
Las aves matutinas te despertaban.
Las tormentas te hacían temblar.
El viento te hacía cantora de vida.
El verde se confundió con el amarillo.
Otro otoño que sabe de tus primaveras.

miércoles, 18 de julio de 2012

LA BALSA

¿Qué fue eso? ¿Dónde está ahora?
Vino, estuvo y partió. ¿Partió?
Quedan manchas en la memoria que rehúyen al olvido.
Quedan ruinas donde hasta ayer existían ciudades.
¿Qué quedo? Se fue la balsa que navegaba tímida por el río brioso.
Una brisa hincha las velas del pasado.
Pero su peso es demasiado para la frágil brisa.
Las aguas se calman.
El sol brilla con mayor ímpetu.
La brisa tímida se esconde tras un árbol.
La balsa comienza a hundirse.
Sus lados ceden al paso del agua.
El tiempo fue cerrando sus velas.
Y su mástil empieza a desaparecer
en el interior de la barca.
Poco a poco muere.
Ya no hay viento que la mueva.
La brisa, ¿está riendo o está llorando?
No se nota la diferencia en el sonido.
El sol oculta su dolor detrás de una nube gris.
La barca se hundió.
Lágrimas amargas llora el sol detrás de la nube.
La brisa asustada y llena de miedo
sale llorando de atrás del árbol.
Ya es tarde. Murió su amiga, su compañera.
¡Ay, Brisa! ¿Qué queda de vos sin ella?

EL CAFÉ

Se busca un lugar cerca de la visibilidad de los transeúntes.
Lo alejado del mundo. Las apariencias no los asustan.
El solitario de la barra, con su pulso traicionero.
Don… con su diario leyendo la vida.
La vida… ¿Qué vida pasará por él?
La vivida, lo poco o mucho que le queda.
Algún sueño cumplido o alguno por hacerse.
El movimiento de los conocidos.
Las esperanzas de la diferente, la moza.
Los mil y un tema, historias y opiniones.
Las mil y una vidas que empiezan,
siguen viviendo y empiezan a apagarse.
La niñita de cuatro años que todos ignoramos,
y ellos con un espíritu, tal vez de abuelo,
que les dan las monedas para hoy. Otra vida.
La música desapercibida de fondo.
La charla que no es grito.
¿Serán pensamientos o serán falsos discursos?
Los nervios de una dama.
El venir y el ir en un instante.
El saludo furtivo. El decirte que existes.
¿Si vales algo? No sé. Sólo te vi y pase.
Ella. La otra. Y ésta por no estar segura de que sea su lugar, está nerviosa.
Los nervios de la dama.

SILENCIO

Hondo silencio que enturbias el pensamiento,
vacío de ruidos y distracciones;
lleno de vida y de sentires.
Develas los dolores de un corazón y las dudas de la razón.
No sabes de tiempos ni espacios, porqué vienes en cualquier instante.
¿Cómo evadir tus redes?
¿Cómo conocerte para poder hablarte?
No quiero que invadas mi vida, pero no me prives de tu bella presencia.
Los recuerdos y melancolías vienen junto a ti.
Pero porque no puedo sentir estos sentires por vos.
Amado en la oscuridad.
Odiado por los inquietos.
Tu ritmo no conozco, pero sigo tu rastro en el mío.
¿Qué tienes silencio que cuando estas modificas la vida,
y cuando te vas no se sabe vivir?

LA RAMA

La alegría de perseguir eso insignificante y sin vida.
La alegría de los colores de la remera de una mujer.
El combinado y apagado negro.
Él. El feliz perro que persigue esa rama muerta.
La alegría de devolverla a la particular mujer.
Lo tramposo de ese afecto. No falso.
La naturaleza o ciertas fuerzas que impiden seguir el juego.
El perderse en un bajo horizonte.
El fin de una alegría y el ocaso de un día.
Y un niño que cuida una rosa, con dolor en el pecho, observa el ocaso.

LA DUDA

El soplo del viento va desnudando las tramas de un árbol.
El tiempo va desglosando las escamas de una mente.
Cada pensamiento que tuve, tendré o tengo (si lo tengo),
se van decayendo en sus pasos.
Algunos agitados, otros lentos.
Algunos rápidos, otros relajados.
¿Qué meta buscan estas ideas?
Que tal vez ni las son o son nada.
Me hace temblar el frío de una duda.
Esa duda que sopla sobre la mente mía.
Mente que tiembla y que se desnuda de pensamientos.
Ese pensamiento temeroso que tira sus hojas.
Hojas de pseuda-certezas en un suelo.
Suelo que finge su firmeza.
Ésta firmeza no firme me hace dudar.

RECUERDOS

¿Sensaciones? ¿Sentimientos?
¿Por qué hoy vuelven a mi presente?
Todos los llaman recuerdos.
No son ni buenos ni malos, van más allá.
Están siempre un paso más adelante.
Y por detrás dejan una estela de espinas o pétalos.
Pero siempre serán una rosa.
El niño, el no a-doliente, el joven, el viejo que aún no es.
El adulto que está siendo.
La angustia del solitario que perdió a su amada.
La felicidad de los errores que enseñan.
La tramposa esperanza que nos engaña
como el canto de las sirenas.
Los cantos que cantan son los recuerdos.
¿Cómo no puedo soltarme?
Los amigos con los oídos taponados con la cera, mi seguridad.
La seguridad de mi salvación.
La salvación que da el mito creado por el poeta.
Lo vivido en el paso que voy a dar mañana.
El mañana que ya es ayer.
El ayer que es el presente.
Y el presente que no es.
Recuerdos anhelante de lo que nunca será.
Pasado hecho presente en el futuro.

ARTE II

El sol frente a un cielo salpicado en nubes.
Un cielo salpicado en nubes frente a una ventana.
La ventana frente a una niña en su habitación.
La niña dentro de su habitación mira el paisaje a través de la ventana.
La niña ya no está en su habitación, está en la Habitación.
La Habitación de la vida de la niña.
¿Quién más que la niña entra en ella?
Una lágrima, que emana de su ojo izquierdo, indica donde está la niña ahora.
O tal vez, no sea una lágrima, sino sólo sean tres o cuatro pinceladas en un lienzo.
¿Será óleo, será acuarela, será acrílico… será…?
Uno es arte. El otro será…

ARTE I

Eso oculto. Eso visible.
¿Quién eres o qué sos?
Perdido detrás de las palabras, las líneas.
Esa búsqueda fatigosa para los sentidos.
El nunca encontrarte. ¡Qué gozo!
¿Qué palabra te define?
¿Qué significado tienes? (Supongamos por ahora que lo tienes)
Que agonía el saber la verdad, tú verdad.
La ocultas detrás de una tela, o la encierra detrás de los garrotes del marco.
Una sangría o un lienzo nuevo.
Un lápiz o un pincel.
Tal vez el llorar de una cuerda, o el lamento del aire.
Posiblemente sólo seas el silencio que produces, y el temor develado.

R.I.E.

Como la arena que pasa de un desierto a otro.
Y el cristal, en secreto, la acompaña a cada segundo.
Ese paso que cuidaba el pasar,
hoy pierde la medida de su actuar.
Los árboles cansados de la inquietud,
ya buscan el otoño que lleve sus hojas.
Ahora, el frío de madrugada,
les permite fortalecerse al cauce del cristal.

A AQUÉL QUE FUE ACTOR

De repente se abre el universo.
Las células despiertan y configuran
las puertas a lo que está más allá.
El espectador que es escenario y tribunal,
contempla el espectáculo de células.
No se olvida lo que vivió en otro acto.
Tal vez, sólo sea el último de los actos.
Tal vez, sólo sea el primero, y tan sólo
imaginó un acto anterior.
Tal vez, sólo sea una parte de Aquél acto,
repetido y que engaña con un destino.
Quizás sólo queda un acto,
sin espectador ni tribuna.
Un acto sin palabras, y lleno de paisajes.
Un acto que absorbió al espectador
y al escenario que lo contemplaba.

TE QUIERO COMPAÑERA

Te quiero compañera.
Te quiero soledad.
Te quiero vida.
Dos caminos paralelos.
Dos latidos al son.
Una música,
dos instrumentos.
Dos realidades, un llanto,
un grito, dos lágrimas.
Una respuesta en Rilke.
Un abrazo en la madrugada.
Una caricia en el oscuro.
Un ser dejando ser.

VOS

Sólo fue un silencio en el atardecer.
Un grito en el insomnio.
Un mal despertar de domingo.

AUSENCIAS

En el silencio de la noche azul, o negra,
voy recordando los versos que perdí en tu ausencia.
Momentos que vamos dejando en ese juego,
poco a poco lo olvidamos y ya queda recuerdo.
No pongamos por bajo las líneas del poeta muerto,
sólo él supo inspirar lo que otros delirantes expiran.
Tan sólo el respirar es la vida del andar.
Andar es vivir en un tiempo, ese imposible de sorprender.

SOMOS

Únicamente ese instante, en el que fuimos siendo, 
quedará grabado en la memoria de lo que seremos.
No pidamos futuro a ese fatuo pasado,
este inmortal instante nos eternizará en el presente.

UN SUEÑO

Poco a poco fuimos siendo lo que alguien soñó.
Ese sueño eterno de los presentes desconocidos.
Desde ayer somos lo que mañana soñaremos,
mañana ya será tarde para que despertemos.

BESOS ESFUMADOS

De lo que parecía un sueño,
la sombra de tu perfil apareció.
Una mirada que no miro
me penetra la piel.
Siento la brisa de tu aliento
mastilizar los pelos de mi cuello.
Cierro los ojos por si sos un sueño.
Ya te siento real.
Siento el pliegue de tus labios
cediendo a la presión de mis labios,
una caricia tibia y húmeda.
Una duda.

Sí, esto es real.
El pulso de los latidos
van marcando el nunca tiempo.
Aceleran los reflejos cotidianos:
el respirar y el latir.
Tu abrazo que busca con fuerza mi espalda.
Y un beso que supo a sueños esfumados.