No es un día distinto a los que vivimos el resto del año. Solo que tiene la particularidad de desearnos un buen comienzo. Pero, ¿cuándo se dio el final? No se produce en ningún momento una ruptura. Ya sabemos que el tiempo es continuo, no periódico. Además si tenemos en cuenta el calendario que usamos por referencia, no es exacto, sino que durante 3 años sobran 6hr, y el cuarto es necesario agregar un día para compensar ese tiempo.
Pero ahora bien, esto es tan cierto que hasta los científicos (astrónomos) lo verifican. Pero, ¿por qué no se realiza un ajuste en el calendario? En mi opinión, no se da un cambio radical porque esto llevaría acompañado un gran desorden social, político y económico.
Supongo que para que se dé realmente un año nuevo, tendría que darse un nuevo sistema de calendario. Ya que la medición del tiempo es una invención humana para tener una porción de seguridad sobre eso tan misterioso que aun ni la ciencia ni la filosofía han logrado dar una respuesta certera sobre el mismo.
Sacando las formalidades de una fecha impuesta con algún interés de trasfondo, no tiene sentido una celebración de algo tan vacuo como los festejos de año nuevo. Espero que no se me tome por un pesimista o amargado que no sabe disfrutar de los festejos de convención social. Creo que todo día del año es tanto o más importante que un 31 de diciembre o 1 de enero. Todo día se puede desear buenos augurios y compartir una comida o un momento con las personas de querencia.
La intensión de esta entrada no es más que una toma de conciencia de una movilización que le damos un valor extra-ordinario, cuando en definitiva no es más que un evento de índole ordinaria.
Que tengas buenos momentos, siempre.
No existen años, ni días, ni horas. Existe solo TIEMPO.
